Un sencillo pero efectivo truco para conseguir unos rizos de escándalo. La mayoría tenemos el pelo entre el digamos.. rizado y liso. Se queda a medio camino y vamos ayudar a nuestro pelo a cruzar el camino entero.
Tan sencillo como esto:
- Tras el lavado, y con el cabello semihúmedo, reparte una espuma de fijación por medios y puntas.
- Usa el secador siempre con difusor, y si hace falta, amasa el cabello de vez en cuando sin tocarlo ni moverlo en exceso, y verás que el rizo surge como por ensalmo.
Y si quieres unos rizos como los que llevaban nuestras abuelas:
- Separa el pelo en mechones más o menos anchos, según el tamaño de rizo que se quiera conseguir.
- Se toman uno a uno y se enroscan sobre sí mismos hasta formar una especie de ensaimada que luego se sujeta con una banda de tela, a modo de moñetes antiguos, como los que se hacían las abuelas.
- Este sistema tiene la ventaja de ser más cómodo que los rulos, tanto que hasta se puede dormir con ellos sin que se claven en la cabeza. Cuando el pelo está seco, se desatan las tiras y ¡listo!
¿Te apetece usar rulos?:
- Deben colocarse en paralelo a la línea que va de la coronilla a las sienes. Para un efecto más sensual, se alterna la dirección de cada rulo.
- Si el primero se enrolla de fuera hacia dentro, el siguiente se coloca al revés y así sucesivamente para conseguir un look más natural.
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