Son consejos útiles por cuanto esta sociedad dominada por la imagen, tiene muy mucho en cuenta la primera impresión de la persona. No es lo mismo una foto de curriculum por ejemplo, que una para un book, pero las dos tienen un denominador común: la expresión facial y corporal si es el caso.
Dar una buena imagen empieza precisamente por aquí.
Dar una buena imagen empieza precisamente por aquí.
A todas nos gusta salir guapas en las fotos, aunque en ocasiones ocurre exactamente lo contrario: cuando ves la instantánea te horrorizas pensando ¿En serio puedo salir tan mal? Para que no vuelva a ocurrir te damos algunos consejos para que apliques a la hora de posar ante la cámara ¡y no salgas nunca como alguna de las famosas!
Las cámaras de fotos pueden ser muy traicioneras y nos pueden pillar in fraganti poniendo cara de asco o en un irrepetible momento de bizquera que arruine nuestra imagen aunque sea momentáneamente. Sin embargo -y aunque está claro que no se puede estar posando constantemente ni pendiente en todo momento (sobretodo en la época de las cámaras digitales) de si hay una cámara cerca-, sí se pueden tener en cuenta unas pequeñas estrategias para no salir terriblemente mal en las fotos
Algunos trucos tan sencillos como no forzar las sonrisas hasta el extremo, evitar fruncir el ceño, ladear ligeramente la cabeza o tener bien claro cuales son tus puntos fuertes (¡y los flacos!) pueden ayudarte a mejorar notablemente el resultado de tu imagen.
Si tienes problemas con las arrugas que se forman bajo la barbilla, conocidas coloquialmente como "papada" intenta no sonreir de manera exagerada y recuerda siempre estirar el cuello, nunca encojerlo. La papada es una de las cosas más anti-estéticas en fotografía
Ten claro cuáles son las partes de tu cara que más te gustan y las que menos. Por ejemplo, si tienes una nariz enorme que no te gusta evita los perfiles o si tienes una cara demasiado redonda, búscalos.
Intenta adoptar poses relajadas y que no tensen tus rasgos. Si aprietas demasiado la boca o la mandíbula puede que en tu cara quede un gesto extraño que te afee.
No por mucho sonreir mejor vas a salir, que dice el refrán. Las sonrisas histéricas o tipo "me-he-comido-una-percha" no son nada favorecedoras y más bien te harán parecer una desquiciada. Huye de ellas.
Fruncir el ceño hace que se te arrugue la cara y claramente, las arrugas no son un símbolo de belleza en esta sociedad dominada por el botox y los liftings. Así que quita ese ceño y relájate ¡Hay una cámara delante!
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