Si tus uñas amarillean hay un truco casero sensacional que a buen seguro le sacarás un partido sorprendente.
Sencillo, fácil y efectivo, soluciona el problema.
- Para blanquear tus uñas, empapa un disco de algodón en agua oxigenada.
- Frota sobre la superficie de la uña de forma suave.
- Después sumerge la o las uñas tratadas durante 1 minuto en un recipiente con agua tibia donde previamente habrás añadido el zumo exprimido de un limón.
- Repite la operación otra vez y deja secar al natural.
- Ahora pasa un algodón limpio por la superficie para conseguir un óptimo resultado arrastrando cualquir resto de impurezas.
- Realiza este sencillo proceso 2 veces a la semana y verás como se notan los resultados en breve
Si además, tus uñas están más blandas de lo deseable o se resquebrajan con facilidad, puedes optar lógicamente por un endurecedor aunque también puede que te sirva lo siguiente:
- Calienta en una cucharilla con un mechero un poco de aceite de oliva (no lo hagas hervir) y con ayuda de un bastoncito de algodón, aplica sobre las uñas en finas pasadas una capa, deja secar unos minutos y acto seguido limpia su superficie con un algodón limpio
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